«𝑼𝒏𝒂 𝒓𝒆𝒊𝒏𝒂, 𝒄𝒐𝒏 𝒆𝒍 𝒐𝒓𝒐 𝒅𝒆 𝑶𝒇𝒊𝒓.»
A falta de las flores, Nuestra Señora del Carmen y el Divino Infante, preparados para el Solemne Triduo consagrado en su honor, que dará comienzo en el día de mañana, Fiesta de la Reina del Monte Carmelo.
La Santísima Virgen luce por vez primera la corona donada por un grupo de hermanos y devotos; luce habito de sedas bordado con encaje de bolillos de oro manto de espolin dorado, portando los atributos de Reina en plata; porta la Virgen varias joyas y perlas, realzando su belleza; por su parte el divino niño luce túnica de damasco blanco y dorado.
Agradecemos la magistral labor en la presentación de la Virgen de parte de su vestidor NHD. Miguel Ángel León Morán y a las camareras de la Virgen, Antonia Moreno, Mariloli Maldonado, siempre pendientes de nuestra Venerada Titular y los hermanos colaboradores que han montado este elegante altar para la Reina del Carmelo.
Flor del Carmelo, ruega por nosotros.
Paz y Bien.