Amanece un nuevo día, y con el, el mes consagrado a Nuestra Señora del Carmen.
Eres del Carmelo
La Pastora amable,
Que tus ovejuelas
Das pasto suave.
A Ti, pues, clamamos
Buscando piedades:
¡Ea, pues, Señora,
No nos desampares!
Es tu Escapulario
La cadena grande
Con que se aprisiona
El dragón infame.
Vuelve ya a nosotros
¡Oh piadosa Madre!
Tus benignos ojos,
Llenos de piedades.
Santa María, Nuestra Señora del Carmen, ruega por nosotros.
Paz y Bien.
Fotografía: Lidia Cerrillo García.