domingo, 5 de marzo de 2023

II DOMINGO DE CUARESMA | Camino hacia la Pascua



 "Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros, como lo esperamos de ti"

Nosotros aguardamos al Señor: él es nuestro auxilio y escudo. Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros, como lo esperamos de ti (Salmo 32).

COMENTARIO BÍBLICO.

Jesús comienza el camino a Jerusalén manifestando su destino sufriente, aunque con una cierta luz de esperanza, llamada resurrección, realidad que todavía no comprenden sus discípulos. Está claro que Pedro y los suyos conocen bien lo que significa el sufrimiento y esto provoca la confusión ante un Mesías que sufre, tal y como les ha revelado Jesús en los anuncios de su Pasión. Con el fin de ir dando luz al discípulo sobre el sentido de la Pasión de Jesús, aparece este episodio de la Transfiguración. En un monte elevado, propio de los lugares bíblicos donde Dios manifiesta su identidad al hombre (teofanía), Jesús quiere que los tres apóstoles que le acompañan en los momentos cruciales aprendan tres cosas: 1. Deben ver a Jesús en la esfera divina para recibir una idea de la resurrección; 2. deben aprender del mismo Dios que Jesús es su Hijo predilecto; y 3. deben recibir la invitación divina de escuchar a Jesús sin reserva alguna, acogiendo también las palabras que hablan de muerte y sufrimiento.

Este episodio prepara a los apóstoles para hacer frente al sufrimiento de Jesús. La pasión es un misterio oscuro e incluso escandaloso porque en ella actúan los hombres como verdugos. Pero también es un misterio luminoso porque revela el amor infinito de Dios manifestado en Jesucristo: “Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por los amigos” (Jn 15,13).

Pablo nos muestra que la aparición de Jesucristo revela la gracia de Dios, porque ha vencido a la muerte y ha hecho resplandecer la vida. Este misterio tiene que ver con nosotros porque supone la promesa de la victoria de Dios sobre el mal y sobre la muerte, la promesa de una vida nueva, que es participación de la vida filial del Resucitado.

Paz y Bien.

Fotografía: Miguel Ángel Nieto,