viernes, 10 de abril de 2020

MADRUGADA DEL VIERNES SANTO



Queridos hermanos en Nuestro Padre Jesús Nazareno y María Santísima de la Amargura.

La noche cayó hacen unas horas. La Vera Cruz haciendo su anual Estación de Penitencia por los anales del alma crucera. El Santísimo se hace presente en el Monumento. Y entre tanto, Nuestro Padre Jesús Nazareno y su bendita Madre, María Santísima de la Amargura, aguardan en la penumbra sepulcral de Santa María, a que el reguero de penitentes morados y blancos de capa morada, costaleros y monaguillos lleguen hasta las plantas de sus devociones para cumplir con el mandato, hacer protestación pública de fe en la madrugada santa de Guadalcanal. 

Es por ello y  sabedores de la emoción que supone ver a nuestros titulares revestidos de majestad por las calles de la Guadalcanal Eterna; reencontrándonos con Jesús Nazareno y María de la Amargura en cualquier esquina al alba del Viernes Santo. Sin embargo, este año, no os quepa duda que nuestros corazones albergan ese sentir, todo lo que hoy anhelamos por las tristes circunstancias por la que estamos atravesando.


Padre Jesús subirá la calle Granillos al compás de una marcha que lo haga caminar hasta el Espíritu Santo. Bendita Madre de la Amargura, San Juan no te deja sola;  Discípulo amado agarra fuerte la mano de la hebrea amarga para que cuando tus hijos vuelvan a tu encuentro tengan el  consuelo a tanta sinrazón por la que estamos viviendo. Perdona a tu pueblo, Señor. 


Hermanos, que este día lo vivamos con gozo a pesar de todo, recemos juntos por la erradicación de la pandemia y por las almas que ya nos han precedido en la fe.

A la memoria del eterno capataz, Ángel.



Paz y Bien.

La junta de la Sagrada Resurrección

Fotografías: Alejandro Zújar