Estimados hermanos en Cristo:
Recordemos, en estos días de noviembre, a través de la oración a nuestros hermanos que nos han precedido en la fe y que ya gozan de la presencia de Nuestro Señor Jesucristo.
No está aquí; ¡ha resucitado! Recuerden lo que les dijo cuando todavía estaba con ustedes en Galilea: “El Hijo del hombre tiene que ser entregado en manos de hombres pecadores, y ser crucificado, pero al tercer día resucitará.”
Lucas 24:6-7
ORACIÓN:
Dios todopoderoso y eterno que por la muerte de Jesucristo, tu Hijo, destruiste nuestra muerte; por su reposo en el sepulcro santificaste las sepulturas y por su gloriosa resurrección nos restituiste la vida a la inmortalidad. Escucha nuestra oración por aquellos que muertos en Cristo y sepultados en él, anhelan la feliz esperanza de la resurrección.
Dios nuestro, fuente de perdón y de salvación, por medio de tu hijo Jesucristo, concede a nuestros hermanos, que han salido ya de este mundo, alcanzar la vida eterna.
Dales, Señor, el descanso eterno.
Brille para ellos la luz perpetua.
Descansen en paz.
Amén.