lunes, 29 de mayo de 2017

Obituario: A la memoria de Sergio García Gordón "Checho"

Hermano en Cristo, que duro es perder a una persona llena de vida como tú. Qué difícil es juntar unos cuantos párrafos para rendirte un respetuoso homenaje a tu figura.

Sergio García Gordón conocidos por todos los lugareños y foráneos como "Checho". Fuiste en vida hermano de número de nuestra A. Parroquial desde los tiempos del añorado Padre Eduardo, cuando tu Banda de Guaditoca ponía sus sones tras Señor Resucitado. Ha llovido desde entonces. Ostentabas el número 34 en la nómina de hermanos. Misma antigüedad que años tenías cuando esta maldita enfermedad nos ha dejado huérfanos para disfrutar de tu presencia física.

Siempre has estado vinculado a esta humilde A.Parroquial de una forma u otra. Hemos compartido muchas cosas. Han sido muchos los domingos de Resurrección siendo los pies del Señor. Siempre disfrutando las previas, en los ensayos, en las convivencias que hacíamos en el salón de tu casa con esa fideua mítica que hizó el amigo Juan Llano para los costaleros. Las convivencias de costaleros en mi campo.

Ese bendito costero de los "locos", compuesto por  la Morenada, Sumba, Borsa, Paraka, Chesco, etc etc. ¡Cuanto disfrutabas bajo las trabajaderas con tú gente del Domingo de Resurrección!

Siempre detrás del mostrador de la ferretería suministrando lo que necesitásemos para las labores de la priostía de cada cuaresma. Echábamos la típica tertulia del "como va todo". Siempre que nos veías aparecer por esa puerta exclamabas: "¡ Ma-ma, ahí viene la cúpula de la Resurrección!". Siempre con una sonrisa en el rostro. Ironías de la vida, sin saberlo fuiste unos de los primeros en conocer nuestro proyecto más deseado en el medio plazo. Siempre dispuesto a colaborar en lo que fuera menester. Preocupándote  por el devenir de esta A.Parroquial. 

Con nostalgia recuerdo el montaje del altar para el Corpus del año pasado. Justo ayer hizo un año de aquello. Justo hoy hace 7 días que marchaste de este valle de lágrimas. Y justo hoy quedan 300 días para un nuevo Domingo de Ramos, día que esperabas con los nervios propios de la emoción renovada de cada Semana Santa. A partir de ahora todo va ser diferente, créeme. 

Seguro, hermano, que me habré dejado muchas vivencias en el tintero de la memoria. Perdóname. Solo te pido que cuides de tu familia, en especial de tus padres. Ayudamos desde el cielo a sobrellevar tan duro trance. Consuela a los que lloran por ti. No te quepa duda que a partir de ahora nunca te irás del costero de los "locos". Te quedo pendiente regresar a la cuadrilla. Ya estarás eternamente en ella. Que brille para siempre la Luz Eterna de la Resurrección como brillaba tu mirada en vida. Siempre estarás presente. 

Descansa en la paz del Señor hermano Checho.