jueves, 12 de abril de 2012

Crónica del Domingo de Resurrección de 2012 (II)

...pasaba el tiempo y la Corporación avanzaba por las angostas calles del centro de la localidad. Se presentaba un itinerario renovado en buena medida, ya que, por primera vez el Paso de la Sagrada Resurrección se adentraba por la calle Milagros para acceder al centro de Guadalcanal.

Es digno de mencionar que por segunda vez en diez años que lleva en marcha esta nueva etapa, la Corporación discurrió en la segunda parte del recorrido por el primitivo itinerario que allá por 2003 realizó la Asociación; Mesones, para después revirar hacia Juan Carlos I, buen trabajo de la cuadrilla en esa calle, por cierto, pese al mal estado del pavimento de la misma, seguidamente, el Paso de la Sagrada Resurrección tomó calle Andrés Mirón para continuar hacia Costaleros. El Cortejo se adentro posteriormente en la recoleta calle Santiago, bellas estampas pudieron contemplarse en el discurrir del paso procesional entre la encalada calle anteriormente citada. Espectacular la revirá a los sones de la marcha Medea.

A las tres de la tarde el Cortejo de la Corporación se adentraba en una plaza de España abarrotada de público. El Paso de la Sagrada Resurrección ralentizaba su discurrir dado había margen de tiempo aún, para acceder al templo mayor de la localidad. Chicotá tras chicotá el Jesús Resucitado se veía aparecer entre los naranjos de la plaza. El sol vespertino regaba la escena de mayor luminosidad si cabe. Poco a poco, mandaba el capataz. Venga de frente, hasta llegar a la balconada de la familia Gallego donde cada año el Señor, recibe una petalada antes de que la procesión triunfal de la Resurrección finalice. Se arria el paso, ya están los zancos fuera.

El paso muy lentamente se va perdiendo en la oscuridad de Santa María. El paso ya ha entrado. Son las cuatro menos veinte de la tarde. Suena la marcha real. El paso levanta al cielo, y las cornetas hacen sonar la marcha Eucaristía. Finaliza la marcha. El paso no quiere posarse en el frío mármol de la Parroquia. Los hermanos costaleros levantan los faldones y salen del paso, las caras lo dicen todo, abrazos y más abrazos entre hermanos costaleros y capataces. Y así es como Guadalcanal entiende la Resurrección del Señor, con humildad y saber estar, llevando por bandera la fe en Cristo Resucitado. Que así sea Hermanos.