lunes, 8 de diciembre de 2025

SOLEMNIDAD DE LA INMACULADA CONCEPCIÓN DE LA BIENAVENTURADA VIRGEN MARÍA | Lc 1, 26-38. “Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo”.




El Divino Infante amanece magníficamente ataviado por su vestidor NHD. Miguel Ángel León Morán, con las galas y colores propios de la Solemnidad de la Inmaculada, presentándose a los fieles como Príncipe de la Paz que está en camino. 

Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo.

El dogma de la Inmaculada Concepción destaca la primacía y unicidad de Cristo en la Redención, porque también la primera redimida es redimida por Cristo y transformada por el Espíritu, antes de cualquier posibilidad de una acción propia. Desde esta especial condición de “primera redimida” por Cristo, de “primera transformada” por el Espíritu Santo, es como María puede cooperar más intensa y profundamente con Cristo y con el Espíritu, convirtiéndose en prototipo, modelo y ejemplo de lo que Dios quiere realizar en cada persona redimida. El sí de María no es una simple condición previa a algo que podría haberse llevado a cabo sin su consentimiento y colaboración. Su maternidad no es simplemente biológica y pasiva, sino que es una maternidad «plenamente activa» que se une al misterio salvífico de Cristo como instrumento querido por el Padre en su proyecto de salvación. Ella «es la garantía de que Él, en cuanto “nacido de mujer”  es auténtico hombre, pero ella es también, desde la proclamación del dogma de Nicea, la ‘Theotókos’, la que da a luz a Dios».  (De la nota doctrinal ‘Mater Populi fidelis’)

María Inmaculada, Reina del Carmelo, ruega por nosotros.

Paz y Bien.

📷 Miguel Ángel León Morán