La solemnidad de Pentecostés se celebra 50 días después de la Pascua de Resurrección: una fiesta en la que se conmemora el don del Espíritu Santo, que colma la confusión de Babel (cfr. Gn 11): en Jesús, muerto, resucitado y ascendido al cielo, los pueblos vuelven a entenderse en una única lengua, la del amor.
“Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo; recibid el Espíritu Santo”. Juan ( 20, 19-23)
Ven, Espíritu Divino.
Descúbrenos los retos que nos plantean
los tiempos de incertidumbre que nos tocan transitar.
Ven Espíritu Divino.
Que reconozcamos que Cristo
está cerca, muy cerca…
Ven, Espíritu Divino.
Que nos abramos
a la palabra viva del Evangelio.
Ven, Espíritu Divino.
Haznos comadronas del reino.
Ven, Espíritu Divino.
Humanízanos.
Deifícanos.
Sálvanos.
#CristoVive
Paz y Bien.
📷 José Miguel García Gálvez