Así está escrito: el Mesías padecerá y resucitará de entre los muertos al tercer día. Lucas (24, 35-48)
¿Cómo pacificar nuestros corazones, Señor?
Buscando la santidad momento a momento,
como tú lo hiciste, Señor,
como tú nos enseñaste.
Señor Jesús, el Resucitado:
infundes siglo tras siglo
el Espíritu Santo
en nosotros,
en la Iglesia,
en el mundo,
en el cosmos…
Señor Jesús,
¡Libéranos,
apóyanos,
acreciéntanos
en lo mejor de nuestra humanidad
para seguirte y proseguir
tu obra de humanización,
de liberación,
de santificación!
Aleluya.
Aleluya.
Aleluya