Al iniciar el año la Iglesia Católica se encomienda a los cuidados maternales de María, Madre de Dios. La Virgen, quien tuvo la dicha de concebir, dar a luz y criar al Salvador, es también la que protege a todos sus hijos en Cristo, los asiste y acompaña durante su peregrinar en este mundo.
La celebración de María, Madre de Dios es la más antigua y principal de las fiestas dedicadas a la Santísima Virgen.
Bajo el amparo de Nuestra Señora del Carmen nos acogemos en el día de hoy para iniciar el nuevo año, pidiéndole su auxilio y protección mediante su Santo Escapulario.
Santa María del Carmen, ruega por nosotros.
Paz y Bien.
Foto: Rafael Ángel Florido Atalaya