sábado, 20 de junio de 2020

A LA MEMORIA DEL PADRE EDUARDO (1944-2007)


Hoy, víspera de la apertura de la exposición del Señor Resucitado, se cumplen trece años desde tu partida con al Señor. Trece años desde aquel 20 de junio de 2007 cuando para siempre alcanzaste la vida eterna en el lugar donde habitan los santos. Tú, sin duda, eras uno de ellos.

Aquel 20 de junio se recuerda triste y luctuoso. Guadalcanal amaneció abatido por la trágica noticia. El Padre Eduardo había fallecido. Su persona era muy querida entre sus feligreses y vecinos en general. Para nosotros fue, en vida, uno de los impulsores de esta A.Parroquial cuando por enero de 2003 aquellos jóvenes encabezados por Juan Cantero y Alberto Burgos proponen al Padre Eduardo dar culto a Cristo Resucitado. A partir de ese instante caminamos de la mano en las actividades a desarrollar.

Son muchos los recuerdos que se agolpan en la memoria de los tiempos que, junto a tu persona ,tuvimos a bien compartir. Tú anhelo ,como aquellos hermanos fundadores, fue el de crear una Hermandad entorno a Cristo Resucitado.Así lo dejaste negro sobre blanco en la carta fundacional. No concebías que la gran Semana Santa de Guadalcanal quedará vacía sin la proclamación pública de la Resurrección del Señor. Así nos lo inculcaste y así lo tendremos que conseguir con la ayuda del Señor y el esfuerzo de todos los hermanos/as de este grupo.

Queremos recordarte en este día tan especial puesto que en pocas horas se va a inaugurar la exposición del Señor Resucitado, hecho que ha generado esta pandemia mundial y que nos obligó a modificar los planes iniciales de la bendición. Por último, como todos los años queremos pedirte que desde el cielo sigas iluminado el caminar de tu niños del Resucitado. Un camino de verdad y vida. Intercede por la que fue tú comunidad parroquial, en especial a esta A.Parroquial que viste nacer de la nada y que ahora caminamos de la mano de Don Gonzalo en este peregrinaje en la fe.

Gracias por todo Padre Eduardo. Estas siempre muy presente entre nosotros.

Paz y Bien en la preciosa Sangre de Cristo.

Fotografía: Archivo (2004)