miércoles, 25 de abril de 2018

Crónicas del Domingo de Resurrección de 2018. "La víspera"

Ocho en punto de la mañana. Empezaba a despuntar el día de un sábado de gloria, como solían llamar, antaño,  las abuelas del lugar al sábado santo. Unas nubes altas acompañada de una ligera brisa fresca acababa de despertar a estos muchachos que ya se les atisba el cansancio de los días santos que preceden al de Resurrección. A decir verdad antes de que llegará este día  había muchas horas de dedicación, de trabajo, de limpieza de plata, el olivo, reunión con acólitos,  arreglos varios y un sinfín de preparativos para que todo este dispuesto.

Rectifico. Todo comienza a coger forma en la medianoche del Viernes al Sábado Santo. La Hermandad de la Santa Vera+Cruz desmonta sus pasos procesionales. Se acuerda mudar el paso procesional en ese intervalo de tiempo. Amenazaba lluvia. Hubo una tregua. Los hermanos presentes de la Vera Cruz y Resucitado acordaron desarmar y mudar sus pasos respectivamente. Colaboración entre ambas corporaciones para hacer más fácil el montaje de la nuestra. Siempre agradecidos a los hermanos de la Hermandad de la Santa Vera+Cruz .Un Viernes Santo atípico. En la madrugada no hizo estación de penitencia la Cofradía de los "moraos" y ya en la tarde El Santo Entierro y Ntra. Sra. de la Soledad, a causa de la lluvia, tampoco pudieron dar testimonio público de fe.  El paso procesional descansaba en la Parroquia a la espera subir a las imágenes en las primeras horas del Sábado Santo.

Eran las ocho. Nos damos cita en la Parroquia con el propósito de, en primer lugar, subir a las imágenes al paso procesional. Este año se unen al equipo de colaboradores nuestros hermanos Rubén, su hijo Izan y Juanma. Son testigos en primera persona del momento central del montaje, la subida de Cristo Resucitado y Santa María Magdalena. Gracias por vuestra disposición, siempre.

La actividad comienza a intensificarse. Unos van otros vienen. Mucho trasiego. Se comienza a dar forma al olivo. Otros hermanos de junta esparcen el lentisco sobre la canastilla. Se preparan los faldones. Se colocan los candelabros de guardabrisa. Se dispone todo para la comida de hermandad tras la procesión. Se prepara la petalá desojando claveles y flores varias. Y así toda la mañana. Muchas manos colaboradoras que hacen más llevadero el trabajo. A Dios gracias.

Poco después llegaron las camareras con todos sus avíos para retocar a las imágenes de cara a la procesión. Ellas con el acerico, lleno de alfileres, colocado en las respectivas muñecas, empezaron a darle forma al mantolín de la Magdalena. "Niña, dale un poco de más caída a los pliegues que se ven poco naturales", pasarme la rosa para colocársela a la Magdalena.". "¿Desde ahí abajo como se ve?" "Tenéis que ajustar más la manga de la túnica del Cristo, se ve un poco la venda"- 

Mientras tanto, irrumpía en la Parroquia, la florista, María José con todos sus cacharros, esponjas, rejillas, piñas de  claveles blancos con astromelias, para, poco después ponerse a construir el exorno floral de cara a la procesión del Domingo de Resurrección.

Se ponen los zancos al paso con la ayuda de la cuadrilla de costaleros de Padre Jesús que andaban por allí para comenzar la desarmá del paso del Nazareno. Al instante se colocan los faldones y se últimas los últimos retoques. Se limpian las maderas de los respiraderos con cera para que reluzcan. Se saca el último brillo a la plata

Son las dos y cuarto de la tarde. Todo estaba dispuesto para la mañana de Resurrección. Salió la cofradía de las Tres Horas. Un Sábado Santo de esplendor y de gran bullicio por las calles de Guadalcanal. Nuestra Señora de los Dolores cumplía setenta y cinco años desde que recalará en el seno de la Hermandad de "Los Blancos". Sus hermanos estaban de aniversario.

 Llegó la medianoche.  Era el turno de la Vigilia Pascual, una de las celebraciones más importantes del calendario católico. La iglesia estaba en  penumbra a la espera de anunciar la Resurrección del Señor. Antes de iniciar la celebración, se procedió al encendido del cirio pascual en el patio de la Parroquia. La luz de Cristo Resucitado iluminaba la noche. Este año nuestro hermano David Llano fue el encargado de pintar el cirio  con los símbolos propios de la Resurrección reflejando a su vez la antigua heráldica de las parroquias de la población; Santa Ana, San Sebastián y la Mayor de Santa María de la Asunción.

Revestido con el alba de monaguillo el propio David encabezó, junto con Don Genaro, el camino de luz desde el patio hasta la Parroquia. Muchos feligreses y hermanos acompañamos al cirio pascual  con velas. Ya ha resucitado el Señor. Nuestros hermanos Juan y Alberto encienden los candelabros del paso procesional.  Comienza la celebración de la Vigilia con la entonación del pregón pascual por parte de Don Genaro.

Era la una y media de la madrugada del Domingo de Resurrección. Todo dispuesto a falta de dar testimonio público de fe por las calles de Guadalcanal en la mañana de Pascua.

Fotografía: Jesús Romero