Seguimos con nuestra vida mas o menos rutinaria. Sin embargo, estamos huérfanos de esas vivencias cofrades capaces de dar oxigeno para todo el año. La vida es una semana, sentenció el poeta. Esa semana, en estos tiempos de pandemia más si cabe, se halla en la intimidad de tu altar. Ante ti acudimos en busca de esas certezas que el evangelio nos revela cada domingo.
Hoy es domingo, celebramos y proclamamos tu resurrección. Por tanto, llegará esa mañana cargada de luz renovada, anunciado que se ha cumplido la epopeya de la salvación de la humanidad; con tu cruz redimiste al mundo y con tu resurrección nos has ofrecido la vida eterna.
Llegará ese compás por los cantillos del alma, con tus costaleros llevándote sobre los pies entre las estrecheces de aquel angosto lugar. Llegará esa tupida nube de incienso esparcido por los monaguillos y acólitos que preceden el paso procesional, regando de fragancias tu discurrir. Llegarán esas estampas que a medida que vas leyendo estas líneas, a borbotones, van surgiendo en tu imaginario intimo. Y llegará el momento que tu bendita imagen vea la luz de esta tierra de María que lo es, también, del Señor es su diferentes advocaciones.
Es nuestro anhelo; es nuestra esperanza, por ello de forma espontánea y muy certera alguien sentenció ¡El Señor Resucitado es nuestra esperanza! Mientras tanto, preparemos el corazón, estad en vela para lo que está por venir.
Mis queridos hermanos en Xto. Resucitado.
Paz y Bien.
José Antonio Zújar Chaves.
Domingo 15 de noviembre de 2020 fiesta de San Alberto Magno.
Fotografía: José Miguel García Gálvez