Hoy, 22 de agosto, celebramos la memoria de la Coronación de la Virgen María como Reina y Señora de cielos y tierra. Esta festividad es un complemento a la Solemnidad de la Asunción.
Pío XII define en 1950 este Dogma Mariano, cuatro años más tarde establece a María Coronada como Reina y Señora del Cielo y de la tierra. María es Madre de Cristo y mediadora de todas las gracias, y recibe de su Hijo la faceta de ser Reina Soberana.
El Libro del Apocalipsis alude a la aparición de la señal en el cielo con la mujer vestida de sol, coronada de estrellas y la luna por pedestal. Que esté vestida de sol significa que es Llena de Gracia. Así la saluda el Ángel en el marco de la Anunciación como recoge San Lucas en el Evangelio. Que este coronada de doce estrellas se refiere a su reinado sobre los ángeles y los santos. La luna por pedestal recuerda que ella rige la tierra, ya que dio a luz al Salvador del mundo que viene a reinar en el corazón de todos. Y como Reina la invocamos cuando rezamos el Rosario durante la Letanía.
Santa María, Reina del Monte Carmelo, ruega por nosotros.
Paz y Bien.